VOLANDO CON SWISS EUROPEAN

Avro Rj100 o Jumbolino para los amigos. Dícese del popular jet regional de Swiss, usado para para los vuelos regionales de la compañía suiza, llamada Swiss European, antes Crossair. A pesar de haber perdido gran parte de su carácter de aerolínea hub, aún conserva este delicioso avión.

Como sucesor del Bae 146 en los 80/90, y a pesar de su curiosa apariencia, muy gordito, bajo, alas altas y 4 motores, ha sido un modelo robusto y fiable desde siempre. Aunque no se fabrica, Swiss es su mayor operador en Europa.

Los lujos de Crossair se han acabado. La nueva regional ha bajado el listón y reducido servicios; sin embargo mantiene toda una gama de cosas incluídas en el billete más económico, como check a través del móvil, franquicia de equipaje 23 kilos, y posibilidad de hacer upgrades a Business desde la misma página. No obstante, mantiene algunos vicios como cobrarte por idas y vueltas separadas, más que un ida y vuelta vuelta simple.

Si quieres embarques rápidos, no des a Heidi el avión para que lo pinte, tendrás a los 97 pasajeros haciendo decenas de fotos. Infantil pero maravilloso.

Una vez que entras, y tal vez porque Swiss le saca una fila lateral, no quedan regionales con este espacio personal. Cruzas las piernas, y hay un inmenso espacio en un lateral.

Lástima que los aviones ya no se hagan igual. Como anécdota, viajaba un equipo de lucha venezolano. Uno de los componentes se sentó al lado. A pesar de ser ser grande, no invadía mi espacio vital.

El Bae146 y más adelante sus derivados, la serie Avro, en mi caso el Avro RJ100 fueron pensados para pistas cortas, como Melilla o London City Airport y montañosos como Berna, con lo que el despegue, inusualmente largo supongo que se debió, a ganas de la tripulación de usar la larguísima pista de Zurich, casi por vicio.

Avión amplio, pitch perfecto es la mejor forma de comenzar el día, sobre todo si la ruta esta soleada, y sobrevuelas los Alpes. Han llegado los recortes a cualquier compañía regional. No esperaba catering incluido, y sobre todo en un vuelo de 45 minutos hasta Venecia. Sin embargo, se agradeció un servicio de bar incluido, con café y té y/o bebidas.

Lástima que no estuviera acompañado de nada sólido. Pero el chocolate suizo sigue presente en cualquier vuelo de la compañía.

Interesante compañía a pesar de que su nivel tarifario aun es susceptible de bajar un poco más.