Una día cualquiera en el Oceania Marina
Los días de navegación tiene defensores y detractores a partes iguales. Preferiblemente prefiero estar en tierra, pero en un gran barco (en ambos sentidos) como el Oceania Marina, te falta tiempo. El sol entraba por mi balcón y ojeo el programa de a bordo. ¿Cómo es cualquier día en un barco como el Oceania Marina?.
No hay nada como «concursos de barrigazos en la piscina», «Miss Piernas Sexy» y cualquier catetada que se estila en algún crucero. Tampoco encontrarás un ruidoso fiestón en la piscina. Todo está dentro de las normas de un elegante crucero tradicional.
Desde mi camarote, echo un vista a lo que la jornada nos tiene preparado. Tras un vistazo, podemos ver las virtudes de la compañía. El Marina, nos permite disfrutar de actividades como charlas, una biblioteca y videoteca espectacular, competiciones de croquet y bridge, paddle tenis, simulador de golf, bingos, trivials y demás. Por descontado, las conferencias son de primera calidad.
9:00 Desayuno en el Grand Dinning Room
Uno de los pocos «peros» del barco, es el servicio de habitaciones. Todo es exquisito, y las manzanas caramelizadas sobre shortbread, un lujazo. Pero el desayuno no es «premium»; es solo continental. No sé porque extraña razón la gente huye al buffet, porque a mi me encanta el gran restaurante. El Grand Dining Room. Es hermosísimo. En popa, con tonos marfil, arcilla, ocres, dorados y caramelo, parece un antiguo trasatlántico de «los de antes». Paneles de madera, mármol, y arañas de cristal, es todo lujo. No había mucha gente, y pude disfrutar un gran desayuno «a la carte». Como Dios manda.
11:00 Disfrutar del arte de a bordo.
Bob Binder y Frank del Rio han gastado decenas de miles de dólares en obras de arte, incluídos Picassos y Miros, para decorar el barco con obras modernas, que hacen que contemplarlos sea un placer. Hay arte en cada esquina. Podría pasar horas mirando cada detalle del barco.
12:00 Ir de compras
El Marina es un lugar en donde ir de compras es un placer. No hay despliegues de camisetas baratas en el hall. Promociones de relojes y bolsos chinos, sino marcas de ropa de diseñadores como Hilfiger y Ralph Lauren, y hasta una joyería. También una buena tienda de complementos con marcas como Furla, y una buena perfumería.
12:30 Seminarios de cocina
Si la gastronomía es algo importante en el barco, también lo es el arte de cocinar. Una de las escuelas más famosas a bordo de un barco es el Bon Appétit Culinary Center, el cual no solamente es famoso y mencionado por famosas revistas gastronómicas americanas por la calidad de sus seminarios, sino por organizar tours gastronómicos en los países en donde el barco recala, incluyendo clases en restaurantes emblemáticos, degustación y compras en mercados, visitas a almazaras de aceite oliva por ejemplo.
Me maravilló un sana competición entre dos de sus chefs para prepararnos el mejor despliegue de cocina italiana.
13:00 Comemos en el buffet
No es muy grande, pero la decoración naranja y ceniza, lo hace especialmente agradable. Una isla lateral, una zona para comida «más customizada», y otra isla de aperitivos y postres en el medio. Me encantan los «fiambres» gourmet, y el sushi. Cada día tiene un orientación especial étnica. La tabla de quesos es completa, y los helados impresionantes. Cafés, bebidas no alcohólicas son gratuitas. No es muy variado, pero casi todo es perfecto y exquisito.
15:00 Clases en el Artist Loft
Si seguimos con el arte, su estudio artístico es excepcionalmente bueno, con clases de pintura (entre otras disciplinas) a cargo de famosas figuras de las artes plásticas que que dan clases muy inspiradoras y prácticas. Disfruté enormemente de mis experiencias con las acuarelas. Pude por fin, sacar algo medianamente creativo.
16:00 Té de la tarde
Se hace en el Horizons Lounge, y es también un momento indispensable. Con música de cámara, tiene una zona self service, y el tradicional y elegante carrito «en mesa». Las tarteletas de frambuesas, y los merengues de café son lo más destacado.
18:00 Baristas. Al sabor del cappuccino.
Si te aburre el café americano, como país en donde el café es cosa seria, el Café Baristas, en lo alto del barco, a un lado de la gran biblioteca es otro punto que no podrás dejar de ir. Huele a buen café Illy. Cappuccinos, latte machiatto, etc se sirven con deliciosos dulces (canelle, magdalenas francesas, canapés, cantucini), perfectos para un snack a cualquier hora del día, o después de la comida sentado en la opulenta librería.
18.30 Canyon Ranch Spa
Pronuncias su nombre en Estados Unidos y cualquier persona sabe que es una de las cadenas más prestigiosas del país en cuanto a spas de élite se refiere. El barco tiene también un Canyon Ranch con gimnasio con modernísimas máquinas de entrenamiento en las que puedes escuchar la radio, ver películas, navegar por internet, pasando por hacer yoga, pilates, entrenamiento con preparador personal etc.
Aunque los precios son relativamente elevados, los tratamientos son excepcionales hasta el punto de que el facial que yo hice, fue una especie de revitalización de cuerpo y alma, que me hizo sentir en la gloria. Los productos cosméticos usados son de primera marcas. En proa hay un Spa privado, con piscina thermal, jacuzzi, hamacas etc. El único problema es que como haga calor es un lugar en donde es complicado estar.
20:00 El placer de la gastronomía
Es difícil elegir. En gran restaurante, el buffet. La Reserve (una especie de maridaje de vinos y comidas gourmet premium). Hasta un restaurante privado, para organizar veladas gastronómicos entre amigos. Además los restaurantes especializados, en donde te costará decidirte donde comer. En cualquier lugar, el barco con una de las mejores gastronomías del sector.
21:30 Vida nocturna
Si buscas un crucero en donde haya ruidosas fiestas de piscina, clases de conga, o el baile del perrito sonando por los altavoces, olvida a Oceania. Es una compañía tranquila en donde hay shows nocturnos; algunos buenos, otros regulares. La música elegante suena en sus salones y bares.
Todas las noches en el Salón Horizons hay diversas actuaciones musicales, que van desde conciertos, recitales o simplemente noches de cabaret. La noche es un momento en donde en el barco se crea normalmente un ambiente muy especial; pero siempre pensando en pasajeros tranquilos. Y por supuesto sofisticados.
A cualquier hora: Horas mirando al mar.