Silver Muse
SEIS RAZONES PARA NAVEGAR Y VOLVER A SILVERSEA
Flotar suavemente sobre las aguas. El slogan es muy poético pero nada define mejor a la compañía monegasca-americana, de alma italiana. John Bland, su presidente allá en 1994 dejó muy claros sus objetivos: «Barcos pequeños capaces de ofrecer una experiencia exclusiva y personalizada, en donde todo sea intimo y personal».
La familia Lefevre, sus fundadores preveían, que el futuro de los cruceros no iba por el camino de barcos-parques temáticos en donde todo es barato, y el pasajero es un número en donde tiene que preocuparse por las masificaciones en los puertos, caminar decenas de metros para llegar a cada esquina del barco, y andar como el ganado de un lugar a otro en grandes cajas flotantes con miles de personas. Ahora, dentro de Royal Caribbean la hoja de ruta se mantiene inmutable. Importa la experiencia, en donde el protagonista es el entorno, y el pasajero. Todo lo demás es secundario.
O sea, lo más cercano que conozco de navegar suavemente como si en tu casa se tratase. Sabían que había gente, que estaba dispuesto a pagar más y buscar experiencias únicas. Los propietarios, además de ofrecer los estándares máximos de lujo discreto, y confort máximos, decidieron incorporar barcos yates de algo más de 16.000 toneladas como el Silver Cloud y Wind. Luego vinieron el Silver Whisper y Shadow, el Spirit y actualmente, en una fase claramente expansiva, la compañía está incorporando, nuevas naves. Más grandes, de un «lujo moderno y actual», y con más opciones. De acuerdo con lo que los cruceristas están pidiendo.
Hay seis razones fundamentales para navegar en Silversea, y volver, una y otra vez, y hacer un crucero en la compañía. .
1) EL PROTAGONISTA ERES TU
Una casa en donde la tripulación casi supera en número a los pasajeros, y está pendiente de tus deseos. Hay un mayordomo como en las mansiones de las películas, y que hacen lo posible para estar a la altura. Póngalos a prueba.
¿Se han comprado un pantalón y no sabe como subir los dobladillo?. ¿Problemas con el nudo de la corbata?. ¿Te limpia los zapatos sin que se lo pidas?. En su vocabulario no existe el «no».
Y todavía es posible que muchos tripulantes se acuerden que, hace un año, estuviste a bordo. La idea es que te sientas que navegas en una nave personalizada. Hacerte sentir especial.
2) ALL INCLUSIVE
O sea, todo incluido (o casi todo) en donde no te preocupas de bonos de bebidas ni shuttles a los puertos. No se compite por «saquear al pasajero». Vale; las excursiones son caras pero ahí entra la habilidad de cada pasajero por buscar alternativas. ¿Qué tienes una adicción al champagne del bueno?. Te empaparán en el día y noche. Hay extras como internet, spa o compras personales que es pauta común en todas las navieras.
3) VACACIONES DE CALIDAD EN ENTORNOS HERMOSOS
Hay siempre amplios espacios. Teatros acogedores, bares íntimos que rezuman personalidad Y toda una enorme gama de nuevos espacios gastronómicos. Una piscina moderadamente amplia con suficientes tumbonas y grills para deliciosas comidas «alfresco». Además podemos encontrar: librerías con también selección de música, dvds, diarios etc. No faltan tiendas, casinos, gimnasios, y maravillosos salones de belleza.
4) GASTRONOMIA EXCEPCIONAL
No necesito 200 restaurantes temáticos, ni una brújula para encontrarlos, si la «slow food» es increíblemente perfecta, me llegan un par de puntos de restauración. El restaurante principal ofrece menús de calidad y todo cocinado fresco, con un servicio impecable. Comer y cenar en las suites, es muy cómodo, y el té de la tarde tiene una selección exquisita, con torre de dulces y sándwiches. El buffet La Terrazza ofrece el contrapunto perfecto para comida más informal. Pero hay nuevos puntos claves para deleitar nuestros sentidos.
Le Champagne (ahora Le Dame), nos ofrece ahora alta cocina francesa similar a los mejores restaurantes del mundo. Los Grill de la piscina en donde puedes ser tu propio chef asando tu propia comida en piedras calientes. Además se han introducido nuevas ofertas como Le Atlantide, para mimarnos con los mejores platos del mar, Indochine, Keisei y Sheishin, nos ofrece un viaje gastronómic0 por las cocinas orientales como Indonesias, Japonesas, chinas etc. Además el Silver Note, como restaurante de degustación con espectáculos estilo «Cabaret».
La compañía se encuentra embarcada en un programa peculiar, como SALT. Una especie de convertir la gastronomía en parte de nuestra experiencia viajera, con una amplio programa de comprensión de la gastronomía local, involucrándonos en el proceso, y adorar la comida como parte de la cultura.
5) HUIR DE LA MASA
No hay embarque…..solo entras, y tras una copa de champagne eres conducido a tu suite. El destino es lo que importa. Explorar puertos usuales, con otros más exóticos. Cruceros a grandes destinos turísticos, y expediciones a donde se encuentran otros barcos de cruceros. No hay luchas por las tumbonas, la piscina es amplia, y se respira espacio en cada esquina. Siempre hay mesas en el exterior de La Terraza.
Cualquier salida de lugares como Estambul, o cualquier destino de Asia al anochecer, son mágica al ritmo de ópera, y un cocktail muy íntimo en donde el capitán presentaba la tripulación. No hay compañía con un programa de destinos más extensos en nuestro planeta. Algunos como la Antártida, en donde Silversea es la única compañía que ofrece vuelos directos en «business» al Polo Sur, para embarcar en el Silver Explorer para evitar el infausto, canal de Beagle. Zonas inaccesibles de Asia, Africa, o el Northwest Passage siempre están presentes. La lista es interminable.
Contacto con tribus locales, o simplemente entornos vírgenes únicos. Las experiencias únicas no tienen precio, y déjese llevar por expertos. Los mejores naturalistas, historiadores, exploradores, darán conferencias únicas. La vida solo se vive una vez, y hay que llenarla de contenido.
6) ENCAJA CON MIS NECESIDADES.
Hay decenas de salidas con suplemento single racional, y «personalized voyages». O sea a medida, desde 5 noches; subes y bajas donde quieras. Viajar solo no es, siempre un plato de buen gusto.
Barcos pequeño o medios, ambiente familiar, y siempre alguien con quien hablar. Las suites son como mi propia casa, y clásicamente hermosas. Los baños brillan no solo por su mármol, ducha de lluvia, o madera sino por el olor de los productos Bulgari. Minibar personalizable, un montón de artículos inimaginables para nuestro disfrute, como una pequeña linterna llavero, enorme vestidor y colchones y lencerías premium.
Hasta ocho almohadas para elegir. Si el destino es importante, no menos lo es conferenciantes famosos, y expertos que te ayuden a desmenuzar cada destino. Aunque el número de actividades es susceptible a mejorar, Silversea ofrece un producto que adoro. Alguna clase de mini golf, trivials, un par de horas en el casino. De noche hay algo de baile en el bar, y poco más. Para mi flotar suavemente es tener una experiencia plácida.
Tener tripulantes que superan las expectativas, que los shows no necesiten figurines dando saltos, sino que posean calidad vocal para pegarte en tu asiento. Que te sientas en el cielo en el Panorama Lounge con un pianista talentoso, y los tripulantes, que te llaman por tu nombre se encarguen de llenar tu copa con tus bebidas. Esa es mi idea de flotar suavemente sobre las aguas sin estridencias, en un refinado y elegantísimo entorno. ¿Que precio le pone a unas vacaciones pausadas y civilizadas?