Cuando todos los barcos de cruceros, no se parecían como calcos, había barcos-joya que eran especies en extinción. Ofrecían una personalidad propia, dosis de intimidad y fuerte magnetismo. Costa Cruceros, en otro tiempo una compañía italiana, sigue las pautas de Carnival. Barcos grandes, alarmantemente decorados, producto generalista a precio de ganga, y masificación del producto. Manda Miami. Costes, costes, costes y «adiós la excelencia de la línea C». Últimamente quiere recuperar sus raíces con NeoCollection. La Costa de toda la vida. Una oferta a sus cruceristas más expertos, una experiencia más personalizada, lejos de las grandes naves actuales. Quiero recordar al Costa Allegra, una sinfonía de alegría, epíteto del diseño naval italiano, y sobre todo el barco de la luz.
Aunque necesitaba ciertas reformas, cuando embarqué entre Singapur y Hong Kong, era la alternativa perfecta para rutas novedosas, y de exploración. Puede que hoy, muchos cruceristas sigan pensando en «tamaño, tamaño, tamaño», o burro grande ande o no ande. Pero navegar en el Costa Allegra de Costa Cruceros era sinónimo de personalización y calidad cruceristica.
A pesar de su curiosa apariencia, que denotaba “garra”, el barco poco se parecía a cuando salió, junto con su gemelo el Costa Marina, como dos barcos cargueros suecos en 1969 como Annie Jonson en el caso del Allegra. Costa lo compró en 1990 y tras una reforma integral en Astilleros de Mariotti en Genova, lo incorpora a su flota añadiendo una cuaderna central con respecto a su gemelo en Costa Marina. Su decoración era típicamente minimalista influenciada por dos aspectos: la luz natural, ambientes diáfanos, con pinceladas de cristal, y arte moderno italiano en todas sus esquinas.
Aunque había sufrido una desafortunada reforma, cuando entra para operar para el mercado chino, todavía se mantenía como un clásico exquisito. Podemos decir que la obsesión de Costa, de que el barco adoptase más aires clásicos, lo he dieron un aspecto un poco rancio con el aditamento de elementos estéticamente alarmantes como apliques de luz de casa de nuevo rico, jarrones blancos de influencia de tienda China, y estatuas no le ha hecho perder su esplendor original.
El barco se distribuía en nueve cubiertas, todas ellas con nombre de pintores impresionistas. La 2 Van Gogh, y la 3 Gauguin eran solo de camarotes, y en la 4 Lautrec teníamos además de más acomodaciones, el pequeño atrio de columnas y varios niveles, con una estatua de bronce en el medio, y una alfombra clásica de color verde.
A un lado, un largo pasillo de cristal y reproducciones de arte moderno, y a ambos lados la recepción y la oficina de excursiones. La cubierta 5 Modigliani era famosa por su luminoso restaurante Montmatre, y que se caracterizaba por la cristalera de popa, con maravillosas vistas al mar. En donde se concentraban el grueso de las instalaciones públicas es en la cubierta 6 Degas, a popa el Casino Club Flamenco usado usualmente para cocktails privados, y a proa el Teatro Follies Bergere, en influencia de Cabaret Parisino, que tenía la particularidad de tener el escenario justo al lado de la entrada y que disponía de un pequeño bar lateral. Entre proa y popa, la coqueta nave ofrece la Piazzetta Allegra, circular como punto de encuentro, librería, sala de cartas, y un bar que solía servir pizza fuera de las horas de la comida.
Mas atrás la joya de la corona que era el Gran Bar Murano en donde combinaba de forma magistral los tonos de cuero rojo de la tapicería, con el cristal ahumado azul, y otros elementos de cristal en un vistosa barra, a la que accedía la luz natural desde un lucernario-fuente, que desde la piscina en la cubierta superior, proyectaba reflejos de luz acuáticos más que sugerentes. La boutique de la nave estaba especialmente bien dotada, y el surtido aceptable. Las cubierta exterior 7 Rousseau ofrecía las suites, y además una pequeña piscina.
Más a proa un buffet con toques de club de playa, Algo que caracterizaba a la parte más a popa del Allegra en la cubierta 7 es su cúpula de cristal que hace la función de discoteca, o Restaurante Amalfi, de pago adicional. El gimnasio SPA está en las cubiertas 7 Rousseau y 8 Manet, y aunque no era de un tamaño considerable, dispone de unas cabinas de relax deliciosas ideales para descansar o leer, después de un tratamiento o tal vez una jornada de lectura.
Y para terminar tendríamos que mencionar algo de sus camarotes. Podrían clasificarse como acomodaciones discretas, confortables y sin pretensiones. En muy buen estado, ofrece unas dimensiones adecuadas. Las interiores tienen una distribución en celda muy propias de los feries, hay cuatro tipos de interiores, usualmente de 15 metros cuadrados, otras cuatro exteriores de otros 14 metros cuadrados, y diez mini suites con balcón, y tres grandes suites en proa. Uno de los pocos barcos con singles específicas. Algo angostas pero a buen precio.
DATOS TÉCNICOS :
Tonelaje: 28.430
Longitud: 187,69
Manga: 25,75
Calado: 8,20
Cubiertas: 9
Velocidad:19 nudos
Ocupación: 820 en doble, 1072 en literas (ocupación máxima).
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Yo trabajé en ese barco, cuantos gratos recuerdos 🙂