Nerva Boutique Hotel. Roma
Hay hoteles de marca, impersonales, y boutique sin mucha convicción. Nerva Boutique es de esas joyas hoteleras escondidas, que encima es dirigida con pasión por la familia de sus propietarios.
La clara intención es hacer sentir Roma, y una zona tan privilegiada como Fori Imperiali a través de los ojos de un local. La parte sur de Cavour y los foros es el corazón histórico de Roma. Esta pequeña callejuela encantadora y escondida tras el muro trasero del foro de Nerva lo hacen estar escondido de miradas y con un aire de privacidad muy sosegante.
Miremos por donde miremos hay arte y monumentalidad apabullante, que nos engulle cuando caminamos por el empedrado de la callejuela. Un pequeño cartel en una casa con mucho empaque, nos indica una pequeña joya escondida. Tras un pequeño bar de desayunos, un amabilisimo personal nos da la bienvenida.
Me alojo en la suite 210. Básicamente una single con unas dimensiones especialmente ajustadas. Mientras tanto cuadros con estampas universales romanas, unos pasillos blanquísimos, y una iluminación perfecta nos indica que estaremos muy a gusto. Quien viaje algo, sabrá que las mejores tarifas las ofrecen las singles, esencialmente porque suele hacerse en lugares con poco aprovechamiento y en donde no cabe una habitación doble.
El equipo decorativo ha sido capaz de sacar partido a la mini habitación con techos altos, artesonados, entelados en las paredes, y unos elementos ormentales deliciosos. Aunque hay minibar, agua de cortesía, no costaba nada una tetera en cada habitación. El hotel, para compensarlo, ofrece té, café y galletas gratuito todos los días a las 3 de la tarde.
El almacenamiento es escaso, pero adoro el tono chocolate de los mármoles del baño. Ducha de lluvia, amenities deliciosos y una pileta y grifo simulando a las fuentes de Roma hacen del baño algo muy chic.
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