IZAMAL. La Ciudad del Papa
Nuestro guía Miguel, para nuestra próxima parada gritaba sin cesar «Totus Tuus». No sabíamos a que se refería, cuando entramos en un maravilloso pueblo colonial, en donde todas las casas eran amarillas. Cierto, que es un color natural muy usado en Méjico, pero las casas estaban todas recien pintadas lo que hacían pensar que la historia de Miguel era del todo cierto.
El Papa Juan Pablo II, había visitado este pequeño pueblo de unos 20.000 habitantes, y los habitantes emocionados con la visita decidieron pintar todo de amarillo, el color del Vaticano para que el pontífice se sintiera a gusto. Como hicieron los vecinos de Juzcar, al pintar todo de azul, para ser el Pueblo de los Pitufos. La verdad, es que tengo que reconocer que el amarillo es mi color favorito, y vi este pequeño lugar colonial, un lugar fascinante. Callejuelas, palacios, iglesias y conventos, lo hacían especialmente hermoso.
Ahora Izamal es un sonnoliento lugar en el paso entre Chitchen Itzen y Mérida, y obligado lugar para los visitantes. El lugar ya era un importante asentamiento Maya, y conservaba tres pirámides. Cuando los españoles llegaron, el lugar había sido abandonado y decidieron usar las piedras de una de las tres pirámides para construir uno de los conventos más destacados de Méjico. Y comenzaron a edificar en 1549, San Francisco de Padua, con uno de los atrios de entrada más grandes del mundo. Y la verdad es que impresiona.
En su interior encontramos la imagen de nuestra Señora de Izamal, que es especialmente milagrera y venerada. No es escatimaron esfuerzos económicos para erigir el tempo, y sobre todo su interior en donde destaca el retablo Barroco, la pila bautismal de piedra labrada, los confesionarios de madera labrada y la imagen de la Virgen de la Concepción.
Es muy hermoso, me recuerda mucho a Tlacotalpan (es un pueblo en Veracruz). que tiene este un estilo similar en construcción aunque de muchos colores.
Creo que tendré que volver a Méjico. Es un país maravilloso. Gracias por tu comentario amigo