Hotel Saint George en Dublín
Justo al final de O Connell Street, justo delante de una de las paradas del autobús del aeropuerto. La verdad es que si estás en un sitio tradicional necesitas meterte en el papel, y el Saint George es una típica mansión dublinesa, convertido a hotelito de medio pelo, que todavía conserva interiores moderadamente señoriales, con su salón que parece sacada de un decorado de la casa de “Arriba y Abajo”.
Aunque no hay un estilo definido en las habitaciones, algunas están reformadas y otras mantienen una amalgama curiosa de estilos, son agradables. Pantallas planas, con baño, calentadores de agua en las habitaciones. Son habitaciones cómodas, sin demasiados lujos, pero con un desayuno irlandés con todos los elementos propios de una acumulación de calorías, intolerablemente insanas, pero que cargan las pilas para las jornadas de exploración.
Además el fantástico desayuno, tiene un pequeño bar, en donde no dejan de fluir pintas, y pintas de Guinness.