Gastronomía viajera: Tarta Selva Negra.
Perdido en una carretera rural de la Selva Negra, me topo con un «typisch Gasthaus» con una fastuosa terraza mirando a un lago. Camareras ataviadas con traje típico de la zona servían muy rápido enormes trozos de un jugoso pastel. Una de ellas, me dijo: «Das it etwas, das Sie es probieren müssen». O sea, a groso modo, que me tomase un trozo. No es que tuviera que decírmelo dos veces. Soy empedernidamente goloso.
En alemán Schwarzwälder Kirschtorte, en español Tarta de la Selva Negra es un icono gastronómico universal de origen germano, que no tiene nada que ver con el «engrudo» que solemos tomar en España, con el mismo nombre. Ante la negritud de la intrincada selva germana, me explico como el chocolate traído por los Españoles en el siglo XVI es una especie de paralelismo de la oscuridad de los bosques de Baden Württemberg. Capas de jugoso bizcocho de chocolate, toneladas de nata muy compacta, y sobre todo cerezas, y licor de la misma fruta, muy típico de la zona. Sobre todo generosidad en el tamaño de las porciones.
Resulta jugosa, cremosa, ligera y una enorme bomba de sabor. Presente en cada esquina de Alemania, es la referencia dulce esencial cuando viajamos al maravilloso país.