EMIRATOS: Llegando con Qatar Airways
La luna de arabia brilla fulgurante, dejando un reguero de luz plata sobre el Golfo Pérsico. Los viajes repentinos producen un cierto vértigo y temor a lo desconocido, pero a la vez son excitantes y sobre todo motivadores. El A330 de Qatar Airways enfilaba su último tramo de aproximación tras un vuelo placentero en una aerolínea considerada como una de las mejores del mundo en sutileza, servicio a bordo y sofisticación incluso en turista.
Habíamos embarcamos en un día de enero madrileño; pesado, frío, y poco “amoroso”, a horas de haber visitado FITUR. Las temperaturas de Dubai, marcaban 26 grados, lo que esta pequeña escapada, por encima del interés que provoca, un destino tan deliciosamente novedoso, era el desparrame climático que “prometía” en pleno invierno.
Tenía una breve escala en Doha, para realizar una leve conexión de 50 minutos y cambiar de avión para volar a Dubai. Tras una conexión especialmente tumultuosa, llego a Dubai, una de las mecas del lujo y cosmopolitismo de Oriente Medio.
Cinco motivos para volar con Qatar Airways:
-Catering exquisito.
-Auxiliares con un comportamiento delicioso, y una sonrisa especial.
-Separación entre asientos destacado.
-Programa interactivo infinito.
-Precios de coña, y una red de destinos increíblemente amplia.
El crucero había sido especialmente barato, pero la tarifa fue de escándalo. O sea, lo que recomienda cualquier psicoterapeuta. Si puedes huir no lo dudes.
Tras media hora de taxi, al final del Costa Luminosa, iluminado con el resplandor de luces azules. Las dos de la mañana no es una hora especialmente propia para dejarse sorprender por el ultimo juguete de Costa Cruceros. Siete días tocando las escalas más recolectas del Golfo Pérsico sería suficientes para entrar en contacto con el barco.