CUADERNO DE VIAJE: La Venezuela perdida.

Era joven y cargado de ilusiones. Viajar era algo excitante, y siempre un reto. Este fue lo más cerca a un viaje de expedición en el que he estado. No sabía lo que significaba expedición pastoral con la Parroquia, para explorar sitios inéditos de Venezuela. Con pocos años, iba a ser como una especie de explotación de búsqueda personal. 

En la cafetería del aeropuerto, miro mi vieja cámara, mi blog de notas, y un viejo bolígrafo de madera que había llevado desde que mi primer viaje. Estaba gastado, pero me gustaba el tacto. Debería plasmar mis impresiones. Como compañero, una vieja cruz de madera comprada en Jerusalem, que era un infalible amuleto. El DC10 de VIASA aparece entre las nubes en una «lluviosa» tarde de noviembre. Abro mi cuaderno, y comienzo a garabatear.

Diario de Viaje. Día 1, nos vamos a Venezuela….10 de noviembre de 1995Ya era un país con ciertos problemas. Nadie, se podía imaginar, que nada sería igual en los años posteriores. La sangre alfombra las calles, pero en aquel momento, se respiraba esperanza. El gran avión levanta el vuelo de la pista del aeropuerto de Santiago, cruza la borrasca, y tras alabear dirección a Lisboa, se prepara para cruzar el Atlántico. Cierro los ojos, y medito. Tras una soberbia merluza a la gallega, empanada, aperitivos de Tequeños, cerveza Polar, me duermo. Comienzo a soñar con suave música caribeña y sol infinito. P

Pronto estaré en Caracas

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