CROACIA EN L´AUSTRAL: Split & Sibenik
Amanece un cielo “rarito”, lo que hace que la temperatura sea exquisita. El yate entra rozando casi las orillas de la protegida bahia de la ciudad ampliamente castigada en la guerra civil, a golpe de sirenas. El capitán nos había avisado, de que nos acostumbrásemos, ya que la persona encargada de hacerla sonar tenía una cierta perversión por abusar de ello. Es normal con un barco tan coqueto se quiera enseñar.
El desayuno se sirve, y es tal cual era la última vez. Zumos naturales, café de cafetería con los capuccinos maravillosamente decorados, y las baguettes y croissant nos queman las manos, cuanto los tenemos en nuestro plato. Aunque Sibenik promete, por su empaque medieval, el desembarque solo se permite para las excursiones, y sobre todo porque dormiremos en Split, lo que resulta un atractivo por ser la urbe con más ambiente de Croacia.
Del mar a la naturaleza, y opto por el Parque Krka (lease kerca). Un capricho de cascadas, lagos y entorno natural. Es coqueto, pero no llega a la altura del “potente” Parque Plitvice. Teniendo en cuenta que el 35 por ciento de sus pasajeros son internacionales, siempre hay excursiones en ingles. Y numerosas personas en el barco, que hablan nuestro idioma.
No solo en recepción, restaurantes, sino también en el departamento de excursiones. Entre otra excursión por la tarde, pude evaluar el buffet que se mantiene en la norma.
Quesos franceses, ensaladas seleccionadas, algún plato internacional y como no los clásicos de la compañía en el buffet de postres como las Iles Flotants y la Mousse au chocolat noir.
Hoy el chef no agasajó con un almuerzo a base y marisco. Lastima no sentir ningún placer por las ostras. La gente parecía adorarlas. Muchas navieras presumen de individualización de sus servicios. ¿Alguna puede presumir de hacer excursiones con solo tres personas y precio razonable?: Compagnie du Ponant si. Chapeau.
SPLIT
Tras la Galería Mestrovic y las Ruinas de Salona tocaba visitar una de las ciudades más hermosas de Croacia. El casco histórico de Split, que ha sido construido en el antiguo Palacio de Diocleciano en una especie de reciclaje simbiótico perfecto.
Kilómetros de pasillos que son calles, salones que se han transformado en palacios e iglesias convirtiendo en entramado urbano en una sucesión de hermosas callejuelas, y arte en cada esquina.
Especialmente activa en verano dispone de una vida nocturna destacada.
Cocktail Ponant style y cena
Tocaba cena de gala y cocktail informal en la piscina. Es un yate grande, nada de impersonales y catetos actos en el teatro principal. Y sobre todo nada de smoking o traje: Compagnie du Ponant tiene la política de “viste como quieras”.
Los franceses deben consideran que teniendo como pasajeros a Europeos en su mayoría, nadie les va a decir a sus distinguidos clientes como vestirse. Nada de ridiculas normas: cada persona sabe lo que ponerse en cada momento. Resultó sencillamente exquisito. El capitán presentándose de nuevo, pudimos conocer en un entorno de privacidad a gran parte de la tripulación. Música refinada, reflejos vespertinos en la piscina, y mucho uniforme impoluto.
Canapés perfectos, y sobre todo champagne fluyendo de forma ilimitada. Tuve la fortuna de cenar en la mesa del capitán, con un menú degustación, que suele ser usual en las cenas de gala de la compañía. Bisque de langosta aromatizado con café y cognac, un finísimo carpaccio de salmón con salsa de mango, una solomillo discreto, y otra vez otra bomba de chocolate. El espectáculo fue una especie de recreación de música tradicional del mundo, pero con una interpretación moderna. Fino, pero excesivamente conceptual.
Y de noche nada mejor que un paseo por la iluminada Split, y tomarse una copa. Un recomendación local son los bombones y chocolates Kras (toda una institución en Croacia) en la Piazza, y la limonada de Luxor (en la plaza de la catedral