Cosas «más o menos» raras para comer en Islandia
En una tierra tan dura en inhóspita, la producción de alimentos ha sido siempre una lucha contras los elementos. No hay prácticamente tierras cultivables, y los rigores climáticos hace imposible la producción de frutas, verduras, y hasta cosas tan básicas como los cereales. Los invernaderos son el aliado perfecto, y la importación presente, lo que hace que la comida sea especialmente cara.
Si las tierras son casi estériles, o lo que producen han que hacerlo con amor, tampoco es un entorno demasiado benigno para criar animales en el exterior. El mar, al contrario es la fuente de alimentación de las mesas islandesas. No solo el famoso bacalao como tesoro nacional sino una amplia gama de productos del mar.
No espere grandes derroches gastronómicos, aunque los islandeses están poniendo todo de su parte para brillar en el panorama de la nueva cocina, y la presencia de reputados chefs nacionales. Guisos y sopas de pescado. Preparados en salazón, ahumados, secados o fermentados. Famosas son las albóndigas de pescado (fiskibollur). Y evita ballena, o los tiernos pájaros nacionales. Los onmipresentes frailecillos.
¿Pero que cosas deberíamos probar?
Cordero
Es la carne por excelencia del país. Cocinado de todas las formas. Guisos, asados, o en embutidos servidos sobre tostadas de pan de cereales locales. No te dejes llevar por la pasión de los islandeses, y ojo con algunas preparaciones. Aunque coman mucho hrutspungur de cordero, debes saber que es un guiso de testículos de cordero.
Hakarl
Tiburón. Un aperitivo servido en tacos, en casi todas las mesas. Para paladares muy aguerridos. Se sirve no solo crudo, sino fermentado, y debe disimular su desagradable sabor con el aguadierte local Brennivin a base de patatas. El vegetal más consumido del país.
Pylsur de Baejarins beztu
En resumidas cuentas: los perritos calientes mejores de la ciudad. Este puesto callejero, entre el casco histórico y el puerto, es un icono mundial. Servidos desde los años 30, es una visita esencial de todas las celebridades que visitan la ciudad. Prepárate para grandes colas.
Pan de lava
Llamado hverabraud, es un intento de aprovechar el poderío telúrico del subsuelo del país. Cocinado en lava, dentro de recipientes, son la base, junto con los otros panes, de sandwitches abiertos de clara influencia escandinava.
Regaliz
No se que tipo de conexión tiene ese manjar con Islandia, pero es un dulce onmipresente en todas las tiendas. Especialmente famoso son los chocolates con regaliz.
Es curioso, pero un auténtico placer. Encontrará todas las variedades posibles, en enormes bolsas. Hasta en el Duty Free del aeropuerto.
Skyr
Para estómagos necesitados de un snack rápido, y saciante. Es el yogur nacional, y se elabora de todo tipo de sabores. Una especie de yogur contundente, entre el requesón y el yogur griego.
Buff
Puede parecer una marranada, pero esta chuche es una de las más populares del país. Una especie de nube con sabor a merengue rodeado de chocolate, es perfecta para las horas bajas. Pero ojo, es altamente calórico.
Bollos de canela de Braud & Co
En el 16 de Frakkastigur, y detrás de una colorista fachada, esta panadería artesanal, cambia poco con el paso de los tiempos. Verás hacer los productos delante de tus ojos, el aroma es exquisito. Los bollos de canela, aunque son caros, son una delicia.
Pescado seco
En pequeñas bolsitos, son uno de los snacks secos que más gustan a los islandeses. Usualmente bacalao, suele tomarse crudo, con mantequilla normal, o de cacahuete.
Me gusta el Café Loki enfrente de la iglesia Hallsgrimskirkja. Una buena selección de snacks y platos islandeses, dulces decentes, sopas exquisitas servidas con pan fresco, pero siempre está atestado de turistas.
Si no puede conseguir entrar, recomiendo el SVARTA KAFFID. Este pequeño local de influencia escandinava, parece una cabaña de madera rural. Lo más típico, son las contundentes cremas de patata y apio, o la archifamosa sopa de reno. Lo más característico, es tomarla en bollos de pan. No hay nada más famoso en toda la ciudad.
Svarta Kaffid
Laugavegur 54