Cinco lugares maravillosos del Oceania Marina

La compañía es fundada en 2002, por Bob Binder, Frank del Rio o Joe Walters entre otros, incorporando los antiguos R2 y R1 (de la extinta Renaissance Cruises) como Insignia y Regatta para ocupar un espacio poco explorado: cruceros upper premium.

Una categoría que toma lo mejor de los cruceros de lujo, pero casi manteniendo precios de los premium. Oceania Cruises comenzó a hacerlo tan sumamente bien, que pronto fue una de las compañías aclamadas del sector. Para eso, hay que tener un barco maravilloso. Aunque los barcos pequeños son sinónimo de cruceros de lujo, Oceania da un paso más incorporando una nave media, en 2011. O sea, el doble que los otros barcos de la compañía. Bienvenidos Oceania Class.

Sería el Marina, Riviera, y un tercero que jamás se materializó. Nada más que 66.084 tonaladas. Cuando subí en el Riviera un año después, me pareció el «barco de los sueños». He vuelto, y esta vez al Marina, que se mantiene hermoso, y atractivo.

Sus 16 cubiertas, 11 de pasajeros dan para mucho, pero hay cinco espacios especialmente llamativos

1.-El LOBBY

Cuando entramos, vemos que no es un barco «barato». Nada de lucecitas de neón, columnas de plástico, materiales bastardos, o decoración de mal gusto, sin orientación clara. Oceania iba a contar con el prestigioso estudio de decoración noruego Yran & Storbraaten. Dentro de un concepto decorativos de elegante «country club» tanto decoración como materiales son de sumo gusto, y premium. Un barco debe ser lujoso, y parecerlo sin sacar protagonistas a sus pasajeros.

El lobby, atrio, recepción, o como le queramos llamar, está en cubiertas 5 y 6; a él dan algunos de los lugares públicos más destacados.  Vemos  una escalera muy cinematográfica. Sereno y refinado. Abundan materiales de calidad: cristal de Lalique, bronce, mármol, maderas, y tejidos de las mejores marcas.  La cubierta 5 da acceso  los Restaurantes Jacques, y Red Ginger, y en la 6 encontramos el Gran Bar, Martinis, y donde la compañía ha cuidado todos los detalles desde el arte, lámparas, tapicerías. Todo «ultra premium». Nada fake.

2.- LOS RESTAURANTES

El Gran Restaurante es increíblemente hermoso. No menos el coqueto buffet La Terrace Café, en tonos ceniza y pinceladas de rabioso naranja. El barco es un templo culinario de gran cocina, en donde tenemos restaurantes especiales, temáticos, y con personalidad propia. Aunque los trataré en el apartado gastronómico, encontramos La Reserve, Polo Grill, Waves Grill, Red Ginger, Jacques, Toscana y el blanco y rojo restaurante privado Le Privee.

3.- CUBIERTA EXTERIOR

Pocas piscinas son tan amplias, y pocos barcos tienen tanto espacio para mesas y poder comer «alfresco»; hay tumbonas de lujo espaciadas para que no te tropieces con nadie. Siempre disponibles, las zonas exteriores invitan a tomar el sol, pasear o relajarse. Dos spas, y un bar de piscina es todo lo que hace falta en un barco «upper premium». Nada de toboganes, parques acuáticos, y demás «frivolidades» inútiles que están presentes en otros barcos de más porte.

4.-HORIZONS BAR

Me encanta los barcos que usan la proa de su cubierta más alta para colocar un gran salón panorámico. No solo es perfecto para el famoso tea time de la compañía, sino para fiestas, y relajarse en cualquier momento del día.

5.-BARISTAS Y BIBLIOTECA

Muchos barcos de lujo, compiten en tener la biblioteca más hermosa. Amplísima, grande y con muchos ambientes parece sacada de una casa solariega de la campiña británica. Cuero, chimeneas de mármol, cientos de libros, cuadros y maquetas que encontraríamos en cualquier librería «de nivel». Si encima tienes una deliciosa cafetería italiana, al lado, con el mejor café Illy, y dulces gourmet, es perfecto para encontrar paz en la lectura.