Cinco compras imprescindibles en Venecia.
La verdad es que deambular por Venecia, flotando en un ambiente de magia es la única actividad que necesitamos para soñar. Canales, sonido de las aguas, reflejos nocturnos en los nobles palacios venecianos, y esquinas recónditas salidas de cualquier cuento. Por muy tópico que sea, Venecia sigue siendo perenne, eterna y maravillosa. Solo cuando, como la canción de Malú el desamor duele como dientes en el alma, o estás animicamente mal, Venecia puede ser una cruel tortura.
Cuando sea así, podemos refugiarnos en las compras. Y no hablo especialmente de las “potentes” marcas del entorno de Piazza San Marco como Armani, Gucci, Fendi, etc. Tampoco quiero que mis lectores, compren góndolas de plástico en cualquier puesto, o los consabidos calendarios de gondoleros. Digamos que hay otras cosas, con un poquito de estilo, como los libros de Donna Leon, todos ellos localizados en Venecia, y donde la verdadera protagonista es la ciudad. Aunque la autora no permite que sus libros se traduzcan del italiano -vive en Venecia y dice que quiere seguir viviendo allí tranquilamente. Estas son mis cinco compras en venecia elementales.
-Cristal:Las mujeres saben perfectamente lo que es http://www.anticamurrina.com/ La joyería más popular de Venecia. La tradición es heredada de Bizancio. Cuando cayó, sus artesanos huyeron a Venecia, más concretamente a la Isla de Murano, convirtiendo la actividad en algo sofisticado y sobre todo muy reputado. Hay decenas de tiendas, en cada esquina, sin ser de la Piazza San Marco. Marcas famosas serían las fábricas de Venini, Barovier & Toso y Pauly. Destacan hermosas creaciones multicolores, adecuadas a las tendencias actuales de la decoración.
Dulces: Las pastelerías más sugerentes se encuentran en Venecia. Contundentes y enormes pasteles de almendras, y turrone. No son especialmente sofisticados, pero si enormes bombas de sabor. Galletas, bollos, y los famosos «zaeti» y «bussolà». En cualquier caso, en muchos casos, comprados en locales centenarios, que poco han cambiado con el paso de los años, y siguen manteniendo el ambiente, y por supuesto las recetas tradicionales. Mejor con un cappuccino. Colores, fragancias, y unos sabores especiales para endulzar nuestras jornadas en la dulce ciudad.