Cafe Nicola de Lisboa
Quizás haya perdido cierto lustre, y que requiera ciertos toques de modernidad, pero hay algo inseparable de la historia hostelera de Lisboa. En la vieja Plaza del Rossio, en una de las terrazas con las mejores vistas, el Nicola siempre ha sido punto de referencia. Lugar que fue elegido por la sociedad bien lisboeta, literatos y artistas varios, es uno de esos cafés centenarios en donde no importa la calidad, sino que es perfecto para contemplar su esplendor art nouveau. Nada cambia con los años, y quien busque el palpito de la lisboa intemporal de toda la vida, el, Café Nicola imprescindible. Y obviamente Pastel de Nata de Belen, para acompañar el buen café.