Ca’Dario. El Palacio asesino
Venecia es una ciudad festiva, alegre y luminosa. Acuática, sugerente y tan sensual como Casanova. Carnavales, música y sofisticación. Y además, de muerte. ¿Perdón?. ¿De muerte?.
Hay una Venecia siniestra, de callejones, canales lúgubres y decenas de historias de fantasmas. Y además un palacio asesino. No importa lo hermoso que sea, este opulento palacio del gran canal, todo el que lo posee tiene un final trágico.
El senador Giovanni Dario decide construir algo digno de su posición. El arquitecto Pietro Lombardo, eligió el diseño en un cementerio Templario. El resultado fue un edificio que destacaba, aunque las cosas pronto comenzaron a ir mal y Palazzo Ca’Dario a cobrarse sus primeras víctimas. Su hija Marieta Dario y su esposo Vicenzio Barbaro ocuparon el palacio pero la ruína acaba con la familia, y Marieta y familia se quitaron la vida. Los Barbaro heredaron el palacio y uno de sus miembros fue asesinado.
Un rico comerciante se enamora del magno edificio. Pero la ruína llama también a su puerta. Los años pasan y Ca’Dario ya había acumulado una triste reputación. Hasta que el escritor inglés Randon Brown lo compra. Algo maligno debe flotar en sus añejas estancias porqué, el y su amante terminan suicidándose. Charles Biggs, el dueño siguiente huye de Italia tras ser acusado de homosexual, y acaba muerto trágicamente en Méjico. La maldición continúa.
En 1970 el propietario del inmueble, el conde Giordano delle Lanze, fue asesinado en Ca’ Dario. También homosexual, tenía un amante, un joven marinero que le asesina de un golpe en la cabeza. Su fin sería igual, porque a pesar de huir a Londres es también asesinado.
Aunque nadie se atrevía a tentar su suerte, y el palacio permanecía vacío, llego Christopher Lambert, manager del grupo The Who y lo compra en 1981. A las pocas horas, tras acudir a Londres cae por las escaleras de la casa de su madre y fallece.
La ruina era otra de las maldiciones que permanece en la casa. El rico financiero Fabricio Ferrari muere arruinado en un accidente de coche tras comprar el palacio. Su hermana que también vivia en el palacio aparece asesinada en un descampado. Más suicidios. Su próximo propietario se quita la vida tras ser inculpado de sobornos y corrupción.
El tenor Mario del Mónaco intenta comprar Ca Dario pero tiene un accidente de coche, y pasa casi un año postrado en cama; conociendo las maldades de la casona decide no comprarlo. La última víctima es el financiero Raul Giardini que también se suicida en 1993, tras arruinarse. Tras permanecer deshabitado, se cree que tiene dueño. ¿Qué final le espera?. No me gustaría estar en su pellejo.