Como ser blogger de viajes….¡y no morir en el intento¡.
Hace algunos años, visitaba la redacción de un importante periódico, con unas alforjas llenas de ideas, proyectos de comunicación, hambre de escribir sobre el mundo que me rodea. En recursos humanos, me miraron con una cierta apatía, y me soltaron una frase lapidaria, que todavía martillea en mi mente: «No podrás llegar lejos, ni aquí, ni en otro lugar solo con hambre. Necesitamos que escribas con tu pluma llena de sangre».
No sabía bien lo que significaba, pero intuí que nada bueno. Sentía hambre de expresarme, y contar mi mundo particular. Pero no estaba dispuesto a rebozar mi pluma en sangre. No he llegado lejos, pero duermo tranquilo. En este tiempo, he descubierto, que las ideas no necesitan papel escrito, ni censuras, que marquen el paso. Waves&Wind, a groso modo «por mar y aire», pretendía ser mi cajón de sastre particular, en donde en todo momento decir lo que me apetece. Sigo sin tener sangre en mis teclas. Ni censuras o intereses.
Los blogs y webs de viajes, han dejado de ser algo inédito, decenas de miles inundan la blogsfera, joyas anónimas se pierden entre acreditados y a veces mediocres bloggers estrella. Si buscas en la red, decenas de miles cubren cientos de páginas en los buscadores. Muchos se han quedado en el camino, y otros muchos luchan por salir adelante. ¿Que es lo que hace que para mi siga siendo una experiencia gratificante?
Hay varios puntos que hacen, que hacer «información de viajes» en mi caso, sea algo todavía atractivo. No quiero que malinterpretéis. No critico, como cada persona lleva adelante su blog, solo expongo cual es mi filosofía.
1) Rentabilidad. El placer de escribir por escribir, está siendo desvirtuado. El viajero con un portátil en cada destino, contado su entorno porque le place, es en estos momentos una utopía. En un mundo tan competitivo, la mejor forma de estresarte es estar pendiente de como sacar dinero. Si tienes tu blog como fuente de ingreso, descubrirás que como negocio es una mala idea. Incluso para los «grandes». Solo si te apasiona escribir, sin ser un esclavo de rentabilidad, y censuras de anunciantes disfrutarás tu trabajo.
2) Fams: Mágica palabra. Famtrips, o sease viajar por la «patilla», está muy bien. Todos lo hacemos en mayor o menor medida. Se agradece, pero no vayáis a pensar que solo con abrir un blog, te lloverán ofertas. Hay puñaladas, horas de peloteo, odios inter blogueros, y sobre todo tráfico (o que seas sumiso), para que alguien te considere. Las agencias de comunicación que normalmente llevan las grandes cuentas, le importa muchas veces, un pepino que «escribas bonito».
Necesitan tráfico, tráfico, y más tráfico (o que les caigas bien). Y esto, no siempre se consigue con métodos ortodoxos. Si estás dispuesto a hora de peloteo, puñaladas traperas, y a dosis de stress, adelante. Agradece, pero no seas sumiso a toda costa. Tu creatividad se verá comprometida.
Valora tus lectores anónimos, y humildes, aprecia sus «likes», y comentarios. Sé fiel a ellos. Acostúmbrate a que las agencias de comunicación, te usen. Son expertos y educados cortafuegos en cortar el paso a sus representados. No importa lo amables que sean. Irán a lo suyo.
3) Obsesión por el tráfico. Si buscas pasta de tu blog, si buscas viajar gratis, cosa totalmente legítimo, debes entrar en una desquiciante guerra de control del tráfico. Reconozco que lo miro con escasa asiduidad.
A todos nos gustan que nos lean, pero a no ser que tengas que estar colgado al trankimazin, postea valorando que cada idea que aportes, te satisface primero a ti, y luego a tus lectores. 5 son tan importantes como 1000. ¿Sabes que el tráfico se compra?. Efectivo para tu ego, pero nada más.
4) Los blogs no son plataformas reivindicativas: Cierto que cada bloguero tiene sus manías,obsesiones, y somos permeables a ser una especie «voz revoltosa» en determinados temas. No hay algo que más odie tu potencial audiencia en redes sociales, que te repitas, seas pesado, o seas crispado. La gente busca evasión, información, y sobre todo disfrutar de lo que escribas. ¿Qué todos lo hacemos bien?. Pues no, pero en mi caso tengo siempre la intención de no molestar a mis lectores, tener dosis amplias de tolerancia, y no generar crispaciones en la red.
5) No cuentes buenas historias, sino que interesen. No necesariamente es lo mismo. En un maremagnun de información, debes estar dispuesto a hacer cosas diferentes. No importa la maestría que tengas en tu pluma, ni importa que te vayas de expedición a las Islas Salomón.
Quizás una leve escapada a Zamora puede ser igualmente interesante. No te agobies si tu presupuesto no es adecuado para grandes aventuras. Tu entorno inmediato puede ser motivador. Se humilde y agradecido.
¿Qué me aplique el cuento?. Intento hacerlo todos los días. Sobre todo, soy muy observador, bebo de redes sociales, aprendo, exploro, investigo. Y lo que hace que sea placentero es que lo hago sin presión, por placer, e incluso sin intentar ser creativo. Solo que mis impulsos conduzcan mis pasos. O sea información por placer.
Después de leer el artículo, simplemente quiero comentar dos cosas Fran…
La primera de ellas es tacharlo de MAGISTRAL (con mayúsculas).
La segunda es sobre el medio que comentas, se perdieron un gran escritor para su medio.
Gracias por tus trabajos.
Gracias Bernardo. Tanto que quizás deban cerrar próximamente. Al final me han hecho un gran favor
Felicidades por tan magnifico articulo lleno de verdades como puños,enhorabuena!!
A pesar de que algunos se sientan molestos. Siempre sin censura por lo menos en mi web.
Excelente artículo Fran. No sé si yo hubiese sido capaz de expresar todo lo que dices, pese a que lo comparto en su totalidad. Escribir únicamente por intereses INDIVIDUALES utilizando a todo un «ejército», (ajeno quizá a ello), no es menos que un plan retorcido, (en ocasiones incluso mezquino y ruin).
Como dices: a quien primero le ha de gustar lo que uno escribe es a sí mismo, y, si además al a resto le gusta, doble satisfacción. No hay mayor placer que escribir por escribir. PORQUE SÍ. Así de simple. Enhorabuena de nuevo. Chema.
Gracias también Chema