BALEARIA
Nuestro país tiene alma marinera. Acariciado por las aguas, siempre ha vivido en una extraña relación amor y odio. En Galicia, lo tememos, veneramos y a la vez forma parte de nuestra idiosincrasia. El Mediterráneo, allí donde nació nuestro ser, es como nuestro «entorno» más íntimo. Como galaico, los ferries no forman parte de nuestros desplazamientos, supongo que porque Neptuno es especialmente puñetero.
Y tengo que reconocer, que en España, a pesar de nuestra tradición marinera siempre he pensado que, los ferries son como una especie de cenicienta, a la que normalmente no prestamos atención. Miré el litoral Mediterráneo, y solo hay una estrella indiscutible, esencial para las comunicaciones de las Baleares, y que es la única que une a diario la península con todas y cada una de las islas. Tiene un nombre tan sugerente como Baleária. Todos conocemos la historia de Transmediterránea, pero Baleária es el perfecto ejemplo de innovación, y sobre todo lo que España puede hacer si las cosas se hacen con ganas e ilusión.
Y ganas no le faltaban a los ejecutivos, oficiales y antiguo personal de la antigua Flebasa. Nadie imaginaba que cuando comenzaron su singladura en 1998, con base en Denia, y capitaneada por Adolfo Utor, podría convertirse en la naviera líder del Mediterráneo. Hoy sus 20 buques, son las columna vertebral del transporte entre Península y Baleares. Odio los aviones, aeropuertos, y el mar me llama. ¿Por que no comenzamos a disfrutar y hacemos de nuestras singladuras un suave paseo por las aguas?.
MI ELECCIÓN
Balearia tiene una amplísima gama de navíos, desde el espléndido Abel Matutes a los ferries como el Sicilia o el Nápoles. Más de 350 millones de euros para construir la flota del futuro, con la generación Balearia+, como el Martín i Soller.