CIRCULO DE ORO: La fuerza de la tierra
Volvemos a salir de noche, y pensamos que el paisaje sería similar al día anterior. Subimos, y una ligera capa de nieve se veía en las cunetas. Aunque Islandia sea un plácido país, en sus entrañas es verdaderamente infernal. Los antiguos dioses vikingos siempre se relacionaban con la potencia de sus fenómenos telúricos. Uno de los más activos del mundo, es azotado por frecuentes terremotos, los volcanes ponen en jaque al tráfico de aéreo en toda Europa, y por decenas de grietas brota lava, agua caliente etc.
De hecho, el suelo de Islandia, en un clima tan duro es inusualmente cálido. Sirva eso de curiosidad; también esta fuerza terrestre, hace que la energía geotermal sea ampliamente usada para calefecciones y agua caliente de todo el país.
10:00 Hveragerdi. Paramos en la ciudad de los terremotos para desayunar. Su presencia en esta localidad es tan frecuente como la visita del cartero. Hay un museo tras el gran sismo de 2008, que muestra simulaciones de los efectos en una casa, una exposición interesante, y una pequeña atracción que simula un terremoto, para que sintamos su fuerza destructiva. Después del susto en el simulador, toma un sandwitch con pan de lava de la panadería local.
11:30 Crater de Kerid. Había amanecido, y el paisaje se tornaba mucho más salvaje que el día anterior. Al fondo una montaña nevada. Paramos, y aun en una luz apagada, vimos el enorme cráter de Kerid. Más de 600o años, está ahora apagado, y ahora hay un siniestro lago de agua verde.
Tan evocador es el lugar, que es usado frecuente como escenario para actuaciones y películas. Incluso Björk lo usó para dar un concierto.
12:00 Gulfoss. Tras un ligero aperitivo en una pequeña cascada, llegamos a Gulfoss. La gran cascada de Islandia. De repente comenzó a caer un potente nevada, y el páramo islandés se cubrió con un irreal manto blanco. Llegar a la imponente cascada produce un inquietante escalofrío de belleza, fragilidad del ser humano, y fuerza. Hoy, ofrece una visión irreal, y portentosa, estuvo a punto de desaparecer cuando potentes grupos eléctricos extranjeros intentaron hacer una presa en ella. La tenacidad de los dueños de la finca dieron al traste con el intento. Como escenario de Juego de Tronos, parece la puerta al infierno.
En el Rio Hvita, hay dos enormes saltos de 11 y 21 metros, en una inmensa grieta de 32 metros. Las dimensiones son hercúleas.
13:30 A unos pocos kilómetros, otros de los iconos de Islandia. Agua, hielo, nieve, y ahora fuego. Los Geisers de Geypir y Strokkur, que brota puntualmente cada 5 o 10 kilómetros constituye una de las estampas más características de Islandia. Entre una bruma del vapor de agua, olor a azufre contemplamos como el de Strokkur escupe agua de forma estruendosa. Por desgracia, otro geiser dejó de echar agua, tras ser taponado por rocas y otros objetos por parte de los turistas.
14:45 Parque Nacional de Pingvellir. Es uno de los parques más extensos del país. Entre un mar de rocas y pasajes lunares podemos ver inmensas masas montañosas, cubiertas de nieve. Desde el calor de autobús, nos sentimos a gusto. Quizás, sin protección y a la intemperie, el paisaje nos causaría un cierto pavor, por lo inmenso de la escena. En Pingvellir, además de ser en lugar en donde se encuentra el punto de confluencia entre la falla europea y norteaméricana, se encuentra el Alping. Uno de los primeros parlamentos del mundo. Establecido por los vikingos en el 930.
Las vistas desde el mirador con infinitas. Mar, rocas, montañas brumosas. El viento comienza a ser molesto. Miramos a nuestro alrededor, y a pesar de ser un lugar muy concurrido, sentimos una gran soledad. De estos paisajes, que no dejan a nadie indiferente. Hermoso y devastado.