MSC SPLENDIDA

 MSC Cruceros es una compañía de cruceros, de pura sangre italiana, que lleva años ofreciendo un producto recomendable, dentro del segmento generalista, y barcos francamente hermosos, que son diseñados con sumo cuidado, no solo por el genio de la decoración naval Studio Del Jorio, sino supervisada por la esposa del Sr Alponte, propietario de la compañía, hasta rezumar unas líneas clásicas, y innovación estudiada.

La Clase Música presentada con todo tipo de fanfarrias en la laguna Veneta fue un salto importante, tras cuatro barcos, la compañía sorprendió a propios y extraños cuando da un salto vertiginoso, e incorpora el MSC Fantasia, el más grande de Europa, y primero de la serie, con tantas innovaciones que podría decirse que hay un claro antes y después, poco después añade el MSC SPLENDIDA. Se esperan aumentos de tamaño, pero por el momento es uno de los barcos emblema de la compañía.

Había visto fotos “esplendidas” que lo definían como la dama piu bella.  ¿Me sorprendería la nave?

LA PRIMERA IMPRESIÓN

Es un auténtico mamut, de imponente tamaño, no en vano es uno de los más grandes de Europa. Cuando entramos en su hall percibimos sus dimensiones, y vemos que sigue las pautas de cualquier barco de MSC. Curvas, sinuosidad en las formas, y una mezcla de bronces, cristal y luz. Hasta cierto punto, muy sideral. Sin embargo el hall, presenta simplicidad en mobiliarios, texturas, y colores. No cabe la menor duda, es un MSC que sigue las pautas tradicionales.

Tras descubrir las quince cubiertas, con nombres de artistas italianos, todo cambia por momentos, y comienza el efecto ¡woww¡, hay tantas innovaciones que lo convierten en una nave ùnica. Bella y rompedora. Una nave tan enorme, no puede ser descrita milimétricamente por la ingente variedad de locales y esquinas. Solo algunas pinceladas, a cosas que me han motivado. La mayor parte de los espacios públicos se encuentran situados en las cubiertas inferiores 4, 5, y 6. Todas ellas mezcladas de forma discontinua.

 El The Strand Theatre está a proa y ocupa  tres cubiertas, los comedores La Regia de dos pisos, y el Villa Verde a popa, según las acomodaciones que lleven los pasajeros, y con una personalidad propia; y aparte de salones, bares, de distinta orientación, los pasajeros se sienten cautivados por La Piazzeta, que pretende recrear una esquina napolitana en un barco. Tengo mis dudas acerca de si resulta un espacio atractivo, o algo forzado y un poco fuera de lugar.

Tras una cuidada observación, lo encuentro sencillamente delicioso, aunque algo saturado en determinados momentos. No da tiempo a explorar, y me han sorprendido algunas cosas que se salen de lo que es una tìpico barco MSC. Destacan la primera bolera a bordo de un barco, en el Sports Bar. El teatro es minimalista, y muy geométrico, y un restaurante de pago adicional TEX MEX. Aunque notamos ciertas saturaciones en algunas esquinas lo encontramos sencillamente delicioso. Hay estancias en donde se parte de ideas nuevas, y no nos recuerdan a otras naves de la compañía como The Purple Jazz Bar, exquisitamente setentero.

YACHT CLUB

Siempre se ha criticado de todos los barcos construidos en el astillero Francés de STX Europe, la uniformidad de su camarotes, sobre todo en cuando a dimensiones. De hecho el MSC Splendida tiene tres tipos bàsicos de camarotes, con leves variaciones. Cinco categorías interiores, dependiendo de la cubierta, seis exteriores (casi todas con balcón salvo la cat 5) con balcón, y tres suites (De Luxe, Executive y Familiar y Royal Suite con Gran Balcón) todas dentro de lo que es el concepto Yacht Club. Precisamente decidí probar el Yacht Club, porque es un concepto novedoso en un barco grande. Si los barcos exclusivos suelen ser pequeños, hay pasajeros que quieren un servicio individualizado sin renunciar a la protección de un gran barco. La zona Yacht Club en proa en la parte más alta del barco, se ciñe todo a un espacio de sosiego y clase, en donde los deseos del pasajero son órdenes.

Todo se articula en torno a la consejería circular, la gran escalera de cristal Swarovski, y el gran salon de proa, mirador Top Sail Lounge que es un salón íntimo en donde se sirven bebidas incluidas, canapés, dulces etc casi las 24 horas del día, se celebra un té tradicional como Dios manda, y cocktails individualizados. Los pasajeros tendrán acceso a zona exclusiva del restaurante principal, o el restaurante privado L Olivo. Las cabinas están decoradas con materiales nobles, madera, lencería de prestigio, algodón egipcio para toallas y albornoces, baños de mármol rosa, y articulos de baño de calidad. Además el minibar está incluido.
Champagne, fruta fresca, delicias en la cabina: lo importante son los detalles.

La idea es ofrecer un programa integral a los pasajeros desde el embarque al desembarque, en los que cada suite tiene un mayordomo, y se gestionan todo tipo de peticiones peculiares que el pasajero exclusivo pueda necesitar. Desde el alquiler de un helicóptero en Montecarlo, o un Ferrari en Barcelona. Dentro del concepto, hay una infinidad de detalles, como prensa diaria, el mayordomo limpia los zapatos de los pasajeros bajo petición o deshace las maletas. Por supuesto, nada de apretarse en la piscina común, sino una zona exterior específica con piscina y bar privado, además de atenciones en el SPA, al que se accede por una escalera privada.

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 El primer día entré en contacto con las personas que hacen de la experiencia Yacht Club algo sublime. El jefe de mayordomos y el conserje, nos indicaron la necesaria especialización de un trabajo, para conseguir la plena satisfacción de los clientes. Una especie de psicología que permite que se anticipen a los deseos de los pasajeros, en donde las nacionalidades, y peculiaridades te hacen en cierto sentido desarrollar una especie de psicología, que se consigue con una formación y experiencia exhaustiva.

La cena en L Olivo nos confirma que el Yacht Club, como concepto, es algo interesante y recomendable. Mañana nos tocará descubrir, nuevas facetas. ¿Qué piensa un mayordomo del Yacht Club. Charlas sobre lo peculiares que son los pasajeros, y las manías que llevan a bordo. Pero sobre todo, que deben de ejercer de escudo ante las frustraciones, que muchos pasajeros creen justo enfocar a una tripulación.

Analizamos el Yacht Club, que lo encontramos una buena experiencia dependiendo del precio pagado pero que quizás no resulte un producto de lujo completo, sino como una aproximación muy buena, a lo que era la antigua primera clase de los barcos de antes. Es una opción popular entre cruceristas màs selectos de MSC, que no quieren  renunciar a la diversidad de opciones de un barco grande. Las valoraciones de si es cara y si compensa entra dentro de las posibilidades de lo que cada cual puede pagar, y se quiera gastar.

El Yacht Club ha venido bajando precios, es más asequible, pero ciertamente ha perdido cierto lustre cuando se incluyen ciertos recortes. Aunque obviamente, siempre la compañía está abierta a cambios y alteraciones, en sus clientes más vips. Mi apuesta es que irá evolucionando, de acuerdo a lo que pidan sus clientes, y ajustando precio y cosas ofertadas.

Volviendo al «restaurante único», se me argumenta: ¿Quien quiere bajar a los restaurantes de pago cuando la cocina del L Olivo es tan buena?. Cierto, que hay postres y platos que resultan absolutamente cuidados. Pero quizás comer  cenar en un entorno tan limitado, puede hacer que entre un cierto miedo escénico. Con una nave tan extensa, es bueno que se ofrezcan opciones diferentes a los Yacht Club.

No solo extenso, sino en un barco tan amplio y variado es inevitable explorar e ir perdiéndose en los salones redondeados con personalidad propia, íntimamente fusionados. Puede que nos parezca un gran barco con un producto óptimo. Aunque percibo que es un barco ideal para familia, con un programa de animación excelente, zonas temáticas por edades. Animación muy viva, con las tradicionales fiestas, en donde te es fácil de meterte en ambiente como la fiesta de disfraces: gran número de tiendas, y música para todos los gustos, hacen del Splendida un barco ideal para vacaciones de todos tipo de personas, que busquen interesantes tarifas, a una calidad estándar en el sector, aunque con casi todo «extra». Sin embargo, con paquetes de bebidas y planificación, se consiguen unos buenos niveles de vacaciones, con una optima relación calidad-precio en el sector.