Altafulla y su ángel
Muchas veces volamos a Barcelona, y solemos hacerlo con Vueling. La compañía catalana mantiene un verdadero puente aéreo con casi todos los aeropuertos peninsulares. En mi caso, desde Galicia la oferta es considerablemente extensa. Permite llegar muy pronto al Prat, salir a ultima hora, con una gama de tarifas cada vez más interesante, y sobre con más servicios al cliente. Y siempre, hay alguna innovación en su oferta a los pasajeros.
Una vez allí, trenes cada hora comunican la estación de Sans con Altafulla. Trenes con dirección a Reus, Tarragona, Tortosa o Lleida llegan a la localidad, en una hora aproximadamente.
Donde quedarse:
Tras un cómodo vuelo, también tenemos la opción de alquilar un coche, y está vez decidí quedarme en el Gran Claustre, uno de los establecimientos boutique más deliciosos de la zona. Dos zonas: una moderna minimalista y de diseño, y otra con habitaciones históricas, decoradas de forma individualizada.
– Centro de Spa y wellness
– Jacuzzi, situado en la azotea del edificio histórico con vistas espectaculares del pueblo medieval de Altafulla
– Piscina-solarium, situada en el claustro del edificio histórico, con servicio de cafetería para nuestros clientes, un espacio ideal para relajarse
– Lobby al aire libre junto a la recepción del hotel y varios espacios comunes de relax y descanso
– Recepción 24/24h
– Parking privado exterior gratuito
– Servicio de room service
– Servicio de prensa gratuito
– Wifi gratuito
– Actividades de senderismo, cicloturismo, golf, hípica, segway, submarinismo, actividades acuáticas, excursiones en barco, Nordic Walking, visitas de enoturismo en bodegas en el Priorat y visitas a la ciudad de Tarragona Patrimonio de la Humanidad entre otras muchas opciones
– Alquiler de bicicletas bajo demanda
– Salas para reuniones , eventos y banquetes
Si miramos la pequeña localidad de menos de 5000 personas, llegamos a la conclusión que han acertado con la fórmula del turismo de calidad, y ecológicamente sostenible, y que poco abunda en la mayor parte de las localidades de la costa. Un litoral machacado por «feismo» de cemento como Salou. Pero no, Altafulla es otra cosa.
Turismo sostenible
Encontramos un lugar, seccionado en dos, por la linea de tren, y que aporta casi el único ruído destacable en Altafulla. Por un lado, el corazón histórico en lo alto de una colina, es un entramado de callejuelas medievales, llena de casonas multicolores, y cuidadosamente restauradas en donde el tiempo parece haberse detenido. Un lugar lleno de rincones recónditos, en donde es una delicia vagar en cualquier momento, y dejarse embrujar.
Cierto es que el slogan turístico, le viene a Altafulla como anillo al dedo. La histórica Altafulla, en su día de tanta trascendencia como Tarragona, sufre un período de decadencia en el XIX, que la somete a la actual situación, mientras tanto fue tierra de comercio y estraperlo. Los contrabandistas, extienden la creencia popular, para no tener demasiadas personas que sean testigos de sus actividades, que las brujas dominan Altafulla. Hoy en día, en muchas casas de la parte vieja, todavía hay ollas de barro en sus tejados, colocadas en su día para que las brujas hicieran sus pócimas fuera, sin entrar en la casa.
Pero eso no es lo más interesante de la parte vieja, sino que esta también llamada Vila Closa, tiene monumentales en los que destacan la Carrer de Forn, Plaza del Pou con su precioso ayuntamiento porticado, y encaramado en lo alto como dos potentes guardianes que vigilan la zona, la Iglesia de San Antoni, y el Castillo de Montserrat. Es el lugar de origen de los famosos Castellers, con sus vertiginosas «torres humanas»; y que se forman en cada una de las fiestas locales del pueblo. Fiestas especialmente familiares y entrañables, como la enorme mesa que se coloca a lo largo de Carrer de San Martí, hasta el Torreón y en donde todo el pueblo comparte mesa mantel y conversaciones. O sea, como los pueblos de toda la vida. Seguro que la escena es sinceramente entrañable.
Los placeres gastronómicos.
Me llamaron la atención sus puertas antiguas, portales, dinteles. Especialmente encantador es el paseo nocturno, después de cenar en Les Bruixes por decir algo. Hay un punto particularmente local, en donde podemos disfrutar de algunos platos de la gastronomía catalana. En la carretera principal, Casa Sant Fransesc viene ofreciendo desde 1962 ofreciendo platos como los Calcots Rebozados, una maravillosa Ensalada Xato, o una Crema Catalana casera que quita el hipo. Los Calcots; especie de cebolleta dulce local, y parte esencial no solo de la gastronomía catalana, sino más concretamente Altafullense, y que se suelen servir en invierno, a la parrilla con Salsa Romescu.
Por otro lado, y aunque la Vila Closa sea el lugar idóneo de paseos, relajarse, empaparse de estética y arte, un punto único es el paseo Botigues del Mar, en plena fachada marítima. Desde el mirador por excelencia de las Escaleras de los Munt, en una de las puntas de la enorme Playa de Altafulla de arena fina, podemos ver la fisonomía del enclave turístico. Nos recuerdan las antiguas localidades de los sesenta en donde todavía el cemento no ha invadido la primera linea de playa. Solo una sugerente línea de casas blancas de pescadores.
Es maravilloso pasear por toda la playa, usualmente no saturada, y en donde las fincas de labranza invaden los arenales. Más allá llegando a la otra punta de la playa el imponente Castillo de Tamarit, anclado en un acantilado, y en donde las olas rugen con inusitada violencia, el parque natural del Rio Gaia es el lugar perfecto para perderse en sus campos de cañas, o disfrutar los platos locales en el Camping de Tamarit, uno de los más importantes de España. Entornos conocidos por haber sido plató de rodaje de Punta Escarlata, la serie de Telecinco, en donde uno de los mejores actores de la escena, Carles Francino, un altafullense con todas las letras y excelente ser humano, bordó su papel, y fue un perfecto embajador de su pueblo.
Es sorprendente que este tesoro escondido no es encuentre en latitudes recónditas, sino en plena Costa Daurada (Costa Dorada) cuyo color viene de tonos rojizos que adquieren los atardeceres eternos en un mar intenso, azul claro y luminoso, y el color rosado de las arenas de las playas, y los acantilados rosados.
Un refugio perfecto que tiene decenas de alternativas de ocio, y lugares de interés en sus alrededores como la romana Tarragona, la modernista Reus, o decenas de pueblos con castillos, playas extensas, y porque no a tiro de piedra de Barcelona. Un auténtico refugio para soñar, relajarse, desconectar, y sobre «vacaciones de toda la vida». No son palabras mías, pero las suscribo al 100%. Creo que no tardaré en dejarme caer por allí de nuevo.
Me encanta este reportaje. Es uno de los rincones de mi querida Cataluña que aún me faltan por conocer y que sin duda haré siguiendo tus recomendaciones.
Mi familia de lleida y de tierra adentro (del maravilloso Valle de Boi) siempre ma han inculcado el enorme amor por Cataluña, la tierra de mis antepasaos cuya lengua conozco y practico a pesar de vivir en Madrid. Gracias a tí voy a explorar otro maravilloso rincón de esta tierra tan querida por mi.
Muchisimas gracias
Un saludo
Cheche
Hermoso!!! muy buen reportaje!!!
Saludos
@MariaAsuncionMD
Gracias por leerlo. Un beso.
"A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero
¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?"
Como siempre genial estimado amigo, Alatafulla es un lugar encantador y mágico a la vez, tengo la suerte de poder desde primavera a otoño disfrutarla, gracias por llevarme por sus calles
Felicidades!Gracias por incluir el pueblo donde vivo, des de hace 20 años, en sus comentarios. Realmente es, (de momento y esperemos que sea por mucho más tiempo) un pequeño paraiso en la Costa Dorada, aunque yo también adoro a toda la Costa Gallega que conozco muy bien. Pero no os envidio el clima, aquí tenemos en general mucho mejor tiempo durante casi todo el año.
Saludos des de Altafulla!
Me alegro que os haya gustado, sobre todo es gratificante, acertar con los propios habitantes de Altafulla. Es siempre un reto. Gracias
Me encanta el reportaje una manera de darnos a conocer el la bella Costa Gallega, el periodista una persona encantadora.
Gracias. Pronto me dejaré caer por ahí de nuevo. Lo de Dejate Embrujar ha hecho efecto. Y también la Crema Catalana de Sant Fransec. Que buena.
Bellas palabras bien enlazadas, MarcoPolo.
Me quedo con la belleza y archivo lo que no me gusta de la población, no hay nada perfecto. Yo también elegí Altafulla como segunda residencia y gracias a los avances tecnológicos que me mantienen conectada con el mundo ahora es mi primera residencia. Las fotos que iluminan tu reportaje, preciosas. Gracias, un abrazo.
Àngels
Hola amogos …estoy haciendo una investigacion sobre mi apellido….hace unos dia comberse con mi abuelo de 98 años el ultimo de los ancianos ALTAFUYA de Ecuador……..y me dijo que su abuelo se llamo MANUEL ALTAFULLA……………y siento que la descendencia de mis raices ..provienen ….de este lugar maravilloso ….pienso conocerlo en algun momento …………..de verdad han hecho unj buen trabajo …..
saludos Cordiales
Eliot Altafuy(ll)a…………….