GASTRONOMÍA: CALÇOTADA «Time»

España es un país con una gastronomía rica, diversa y sorprendente. Sin duda una de las más manifestaciones destacadas, y por la que siento una pasión desmedida son las «calçotadas» catalanas, pero en especial las de Tarragona, y en concreto de la región de Alt Camp, en el entorno de Valls. Enero, febrero y marzo son las épocas de celebración. 

Un calçot es una especie de cebolla dulce, que aunque originaria como he dicho de dicha región catalana, es un icono de la cocina tradicional catalana. Decenas de restaurantes, ofrecen el tradicional menú. ¿Pero cuales son los ritos más destacados de una buena calçotada?. En primer lugar el calçot, que debe ser asado a la parrilla sobre sarmientos, y servido sobre una teja. En segundo lugar siempre pelados con maestría con las manos, y untados en Salsa Romesco (esencialmente base de tomates, almendras, ajos etc), y tomada cual espárrago levantándolo, doblando la cabeza hacia atrás e introduciendolo de forma habilidosa en la boca.

Otros elementos son los baberos, además de las risas que se generan entre los comensales por el curioso ceremonial, porrones para beber vino a «morro», y por supuesto algo a inherente a toda celebración gastronómica: olor a amistad, compañerismo, amigos y risas.

La calçotada es una perfecta excusa para reunirse con amigos, familiares,seres queridos, y los calçots vienen acompañados de un pantagruelico menú de otras delicias catalanas en donde no faltan la escalivada, pan con tomate, butifarras varias, y la onmipresente crema catalana.