OCEANIA RIVIERA. Té de la tarde & Cena en el Toscana
Un enorme salón panorámico muy equilibrado, que es perfecto para relajarse y actos de distinto pelaje. Celebró que la compañía no haya decidido sustituir este fantástico mirador en favor de meter más camarotes, un spa y privar a sus pasajeros del placer de contemplar el mar.
Porcelana fina, pasteles sublimes, sandwitches y canapés, tentadores scones recién horneados, me hicieron llegar a una conclusión. Tenia un problema. Salí desesperado buscando el gimnasio de forma urgente.
Oceania se caracteriza, sobre todo, por además de los turnos abiertos tradiciones de comida en Restaurante Principal y buffet, por ofrecer 5 restaurantes alternativos en donde no hay que pagar ningún coste nominal. Polo Grill de carnes, mariscos (asador de cocina tradicional americana), el Toscana, una forma diferente de comer pasta, el Red Ginger oriental, y el Jacques francés sofisticado. Sin contar con el Privee y el Wine Bar
CENANDO EN EL TOSCANA
Las plazas vuelan pero conseguí encajar todas las reservas para probar cuatro de ellos. Toscana sería mi primera selección. Notas una amabilidad exquisita. No es un restaurante hermoso, pero la vajilla de Bulgari pone la nota especial.
Antipasti di Prosciuto con parmesano sobre lecho de espárragos 
salvajes y salsa de vino. Langosta con linguini, y tomates frescos con aroma de albahaca y chile. Perfecto despliegue sobre todo de la escandalosa extravagancia de la cesta de pan y los aceites naturales.
La pasta estaba bien y nada pasada, pero quizás la mezcla con la langosta y el tomate natural no resultaba del todo atractivo, aunque si cocinada perfectamente y con ingredientes de buena calidad. Raciones inmensas, nada sutiles. Busqué una compensación en un divino Canolli con cerezas confitadas al licor.