Osaka «la nuit»
Cuanto entras en Osaka, una enorme noria gigante te acompaña. La segunda ciudad más grande de Japón fue devastada en el Segunda Gran Guerra, y de las ruínas salió una de las ciudades más modernas del país. Rivaliza con Tokyo es sofisticación, tendencias urbanas y vida nocturna. Hay algo imprescindible que es Osaka la nuit, en una de las ciudades más «latinas» de todo Japón.
Tendría un cicerone de lujo. David Esteban. Un emprendedor como pocos que ofrece tours únicos y personalizados. O sea, algo así como «viajando con un colega» y descubriendo los entresijos de cada destino. No me cabe la menor duda, que mi próxima escapada será con su agencia. El primer contacto con el metro es caótico.
Aunque limpio, organizado y con amables empleados, hay varios precios según destino. Cambio y a la estación de Namba, en Dotonbori donde esta «la vida golfa» local.
Un aviso. Japón se preocupa de hacerle la vida fácil a sus ciudadanos, pero no necesariamente a los turistas. Procura llevar dinero cambiado. A pesar de estar en el país de la tecnología, no hay casi cajeros adaptados a las tarjetas españolas.
Y pocos puntos de cambio. No se si como en un decorado de la película Blade Runner, la borrachera de luz de los luminosos del puente de Ebisubashi es tan intensa que te cuesta reaccionar.
Miles de visitantes y fauna urbana propia convierten a la noche Osakense en algo único. Escenas de comics, dibujos animados, miles de negocios raros, hoteles del amor, ofrecen tanta información que te cuesta procesarla.
Cena «Osaka style».
Si estas en Osaka hay que tomar un okonomiyaki, o dos. Con birra local. O sea «lo que quieras» a la parrilla, preparado delante de nuestros ojos.
Hay que llama «pizzas a la japonesa».
Yo prefiero denominarlas «tortillas» «Osaka style». Verdura, rellenos varios, queso, huevo. Encima salsa japonesa y mayonesa. Sencillo pero delicioso.
¿Quién decía que en Japón solo se come sushi?.