5 razones para hacer un crucero fluvial
Cuando pensamos que los cruceros son los hermanos pobres de los cruceros, cometemos un craso error. Si en un principio las naves fluviales eran barcos muy básicos, con el boom del sector, están saliendo naves tan esplendorosas, que son pequeños compendios de lujo, clase y servicio.
Olvídese de las comparaciones con los cruceros marítimos. Es difícil luchar contra los tópicos, pero se me ocurren muchas razones para hacer un crucero fluvial.
Habría muchas, pero «a bote pronto» se me ocurren cinco esenciales.
Son habitaciones con vistas
Hay gente que el mar les relaja, y adora ver las gamas de azules, y cómo cambia cada día. Es un espectáculo glorioso, pero nada que ver con la riqueza de las vistas al 100%, todos los días a todos momentos, en las orillas de cualquier río; lugares que los casi tocas con el dedo, cuando tu nave fluvial va avanzando. Valles, pueblos, bosques, castillos.
Actividad perpetua, y el mismo cielo que en un crucero marítimo, con las mismas puestas de sol. Solo sentarte en el balcón de tu motonave fluvial es como una película pasando en «streaming» las 24 horas del día. Agua, montañas, campos, paisajes, monumentos, y todo un pasar de cosas, ante tus ojos.
Atracan en el centro de las ciudad
Los grandes imperios han crecido a lo largo de los ríos. El Nilo, Mekong, Guadalquivir, o los propios Volga, Danubio o Rhin que atraviesan las capitales más fascinantes del viejo continente. Si los atraques marítimos son cada vez más lejanos, las naves fluviales suelen atracar en los centros, de una gran urbe, o hacerlo en el corazón de los pequeños y antiguos pueblos. O tal vez, llegar a recónditos y fascinantes lugares del Mekong. Solo salir de tu cómodo hotel fluvial, dar dos pasos para visitar el «la esencia de las cosas».
No se mueven
El mar hay que amarlo y respetarlo a partes iguales. Y mucha gente tiene miedo escénico del mar. Del movimiento, tormentas, y los mareos. Imagínese unas aguas placenteras, usualmente siempre tranquilas y mansas, en donde la «tierra firme» está al alcance de los dedos. Para personas con miedo al agua, y respetando también a los ríos, los fluviales nos ofrece un entorno mucho más domesticado.
Las gatronomía es también increíble
Cuando los barcos de río comenzaron a operar hace muchos años, sus opciones gastronómicas, en gran parte de los casos parecían sacadas de un camping de verano. Hoy en día, se fichan a los mejores chef, y las cocinas permiten preparar comidas gourmet durante todo el crucero.
Aunque las facilidades para preparar, conservar, almacenar la comida en un crucero fluvial son más limitados, por el pequeño tamaño de las cocinas, tiene una serie de ventajas para hacer cocina más apetitosa.
En primer lugar cocinar para pocos pasajeros, lo que da inmediatez y frescura a cada plato. Segundo, las «despensas» donde nutrirse están permanentemente a metros en tierra. Se puede cargar cosas frescas cada hora, y preparar la comida al minuto. Hasta degustaciones gourmet en origen.
Hay cruceros para todos los gustos.
Ni son para viejos, ni gente aburrida. El interés en un fluvial radica en la experiencia en tierra. ¿Para que ofrecer grandes shows a bordo, cuando el barco atraca cerca de la Opera de Viena, en las mejores discotecas de Oporto, o en los cabarets más «in» de Berlín?. Ir de copas, o de marcha en las ciudades más hermosas, mientras el barco está a escasos metros.
Podemos comprar en las boutiques más exquisitas del mundo, hacer trekking en los paisajes más agrestes del mundo, mezclarse en las tribus del Amazonas, o simplemente no hacer nada. Hay siempre cruceros diversos, con perfiles diversos, de acuerdo a cada persona y gustos. Tranquilos, activos, gourmet, enólogos, de música, navideños, etc.
Siempre hay algo para todo el mundo
1) Es Europea
Con sede en una de las ciudades más europeas, como Estrasburgo, esta empresa familiar fundada por Gerard Schnitter, en 1976 comenzó con el L´Alsace, hasta los más 50 barcos actuales, que van desde los 22 a los 200 pasajeros. Desde los pequeños peniches, a maravillosos y lujosos barcos como el exquisito Indochine II. Hoy mueven a más 200.000 pasajeros anuales, con un producto orientado a satisfacer a todo tipo de pasajeros, ofreciendo esencia europea.
2) Relación calidad precio única
Puedes hacer un producto de lujo e inaccesible, y un producto con una relación calidad precio excepcional como CroisiEurope. La principal característica de la compañía es ser versátil, con una gama extensa de naves, adecuada a cada destino. Es además una naviera «todo incluído», en donde la alta cocina francesa está supervisada por el prestigioso chef Alain Bohn. Cómodos y bien equipados camarotes, e instalaciones refinadas.
3) Rutas por todo el planeta
Todos sus cruceros, allí por donde naveguen, tienen un marchamo de calidad común. Si fueron los pioneros del turismo fluvial en Francia, sobre todo con las más inéditas e íntimas ofertas en pequeñas barcazas por los canales de Francia, hoy ofrecen rutas sugerentes por el Mekong, Canadá, Africa, por supuesto por casi todos los ríos de Europa.
4) La que más españoles mueve
Probablemente somos uno de los mercados más importantes para la compañía; CroisiEurope es la favorita de los cruceristas Españoles, con una fuerte presencia en nuestra geografía, en dos rutas especialmente demandadas, como los cruceros por el Guadalquivir, y sobre todo por el Duero desde Oporto. Siendo los españoles un cliente preferente, se tiene en cuenta nuestra idiosincrasia en los barcos de la compañía. Nadie va a comprendernos mejor que CroisiEurope.
5) Y además cruceros de mar
Si a alguien le gustan las experiencias íntimas, pero no quiere renunciar a los cruceros de mar, la compañía ofrece dos pequeñas motonaves marítimas. Uno híbrido para navegar por ríos, y por ejemplo las tranquilas costas Adriáticas, como el Belle De L´Adriatique; también el lujoso Belle Des Oceans, antiguo barco de Silversea, que nos ofrecerá una serie de nuevos y excitantes destinos
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