LEITH: Puerto de Edimburgo
No es el único puerto de Edimburgo, pero si el más representativo. Leith aunque independiente, y separado de la famosa capital escocesa, es ya un barrio portuario más. Con todo, sus habitantes luchan por mantener su carácter independiente, y se muestran muy orgullosos de su legado.
Cuando un barco atraca en Ocean Terminal, dentro de un centro comercial del mismo nombre, puede verse el estilizado y elegante Yate Britannia. De opulento yate real, a una de las atracciones más visitadas de todo el país. Ya se sabe que los británicos tienen una especial atracción, a parte iguales, por la pompa real, y el mantenimiento de su tradición en donde la monarquía es algo que defienden a uñas y dientes.
La mayor parte de los cruceristas, tras mirar un descampado delante del puerto, huye en cualquier autobús que vaya al centro de Edimburgo. Está vez, quise hacer algo diferente, y ver si Leith mantenía su carácter, y era algo más que una insípida ciudad portuaria de paso. Tras caminar 10 minutos, no lamenté mi decisión.
THE SHORE
Hubo un día en la que llegaban barcos de todo el mundo y atracaban en la desembocadura del río Waters of Leith. Era activo, se construían cosas, y había decenas de empresas manufactureras. Leith era una ciudad poderosa, y rivalizaba con Edimburgo, hasta que en 1920 la absorbe. Los antiguos muelles The Shore son un lugar de moda.
Si paseamos por Commercial Road y Leith Walk vemos decenas de edificios opulentos, mansiones de comerciantes, y edificios inmensos por donde pasaba el comercio de toda Escocia. Los años 20 fueron muy malos para Leith. El río ya no era apto para navegar, se cierran fabricas, y los astilleros que daban fama a la ciudad no podía construir grandes naves.
Tras la Segunda Guerra Mundial se convierte en un lugar marginado, hasta el punto que sirve como escenario de la película Trainspotting. Los 80 son gloriosos, y como otras ciudades portuarias se invierten miles de millones para convertirlos en barrios alternativos, cosmopolitas, y de «tendencia». Restaurantes gourmet, cafés de moda, y tiendas de moda alternativa.
Un barrio con sabor, totalmente restaurado, y arquitectónicamente perfecto. Toda una sorpresa. Aunque el puente de entrada, por el lado del Ocean Drive parece sacado de una película de miedo, y nos parece ver al otro lado, alguien con una motosierra sobre las tablas levantadas, la colección de barcos de época en el The Shore es una delicia.
SUNSHINE IN LEITH
Himno de los Hibernians, el equipo de fútbol de Leith, esta canción de The Proclaimers es un sonido universal, que se ha convertido en la canción más relacionada con Leith. La descargué, y pude disfrutar del lugar en todo su esplendor.
De estos lugares que parecen salidos de un peli de época, o de una escena de
Harry Potter. La Inglaterra de toda la vida. Maderas suaves en el exterior, carteles antiguos entro en un lugar que parece la casa de la abuela. Los scones huelen de miedo, pero me llega con mi tradicional tetera humeante, y me pongo a mirar el devenir de la gente por la calle. www.thehideoutcafe.co.uk
De estos sitios, que te hacen sentir tranquilo y fusionarte con la ciudad. No sé que tienen algunos lugares, que el té parece celestial, aunque su preparación parezca fácil. Debe ser el agua, la tetera, aunque siempre pienso que lo que determina el sabor de mi bebida favorita, es tomarla en el lugar adecuado en el momento adecuado.
Volví a la terminal de crucero. Tanto el bus 22, como el 35 te llevan a Princess Street o la ciudad vieja, ambas en el centro de Edimburgo por menos de 2 euros. Un bono de viajes ilimitado, es sumamente barato.
Opté por caminar en el vecino Newhaven. De pequeño pueblo pesquero, a barrio de Leith. La vista del faro es profundamente evocador, y el pueblo desde el puerto se mantiene anclado en tiempo. Lástima que detrás de la fachada marino, el pueblo haya perdido gran parte de su encanto original. Comenzaba a llover, llegaron las brumas escocesas, y aun así es un lugar maravilloso.